sábado, 23 de mayo de 2009

Epítome de sensaciones


Roma, capital de la República italiana, otrora, el sostén del Imperio Romano. Ciudad de idiosincrasia bélica en la que el club más exclusivo del cosmos disputa la finalísima de la Champions League. Una noche trascendental en la que el Barça se afianza a la epopeya frente a un Manchester United sin bajas de relevancia que tercien en su propuesta para el partido. Dicen que las excusas forman el núcleo del alegato del mediocre, del pusilánime.

No nos ensogaremos a las justificaciones, sino a la más que incuestionable genealogía que brota por cada poro de la piel de nuestros futbolistas. Agarrados a nuestra magnanimidad, a una esencia que nace de la exuberante aristocracia del que se siente, por encima de todo lo corpóreo, un acérrimo culé. Daniel Alves, Abidal, Márquez y probablemente Henry e incluso Iniesta no contribuirán en lo somático, pero sin en lo incorpóreo de un partido destinado a la proeza, en el que la suma de lo físico y lo material configurarán un cosmos de epígrafe épico, en el que todos debemos cooperar para acercar al Barca a su tercer título de la Copa de Europa.

A pesar de haber tildado de épica la posible victoria culé, mi convencimiento sobre la misma es supremo. Este equipo me ha forzado a creer, porque en su razón resuena un “Yes We Can”, un espíritu inquebrantable. El estudio pormenorizado les atañe a doctos en el procedimiento táctico, a eruditos que dibujan la importancia de un movimiento, el crédito de un buen posicionamiento, la importancia de la estrategia o de un desmarque de apoyo. Nosotros estudiamos el partido desde el núcleo del aficionado culé medio, incapacitado para la instrucción de la praxis táctica de un partido de fútbol.

¿Qué debemos hacer? No traicionar nuestra convicción, fusionar cada corazón culé para buscar la victoria, para escribir la historia, para guardar ese día como un grato recuerdo en nuestra memoria. Ya soy incapaz de enlazar una palabra con otra, de crear un enunciado. El desasosiego me ha usurpado. Cuando te falle la voz, debes gritar alto con el corazón, Visca el Barça encara que perdi la final, tots som un.

1 comentario:

Chechu dijo...

El Barça ha hecho muchísimo por haber llegado hasta la final con un doblete ya conseguido. Es dignode alabar. Ganar la Champions elevaría el capítulo histórico ya conseguido a escribir un tomo de la Historia de este equipo. Es lo que tiene la Champions, la que alza al más alto Olimpo.

Saludos desde chechumerengue.blogspot.com. Te he agregado a mis links ;)